Cactus y Crasas El Pela

Es la planta perfecta para quienes quieran disfrutar de naturaleza tropical frondosa y llamativa. Más allá de su atractivo, los cuidados de la aglaonema hacen de ella la planta ideal para muchos hogares. A pesar de las apariencias, no es excesivamente exigente en lo que respecta a la luz. Un detalle que la convierte en una opción ideal para interiores que no disponen de buena luz solar. Es más: su resistencia es tal que podemos incluso cultivarla únicamente con luz artificial. La opción perfecta para quienes se ven forzados a renunciar a las plantas de interior por vivir en una casa poco iluminada.

Pero no nos apresuremos. Tan importante como conocer los cuidados de la aglaonema es saber un poco más de ella. Aunque pueda parecer secundario, es interesante conocer sus orígenes. Hablamos de una familia de plantas procedente de las selvas tropicales del sur de Asia. Y, a pesar de las apariencias, para la botánica es una planta herbácea de carácter perenne. Precisamente este detalle, que es una herbácea, hace que esta planta que aquí cultivamos en interior tenga dos características peculiares. Por un lado, que cuenta con múltiples tallos. Por otro, que puede llegar a alcanzar el metro de altura. Eso sí: no es una planta apta para impacientes. Porque si algo la caracteriza es, precisamente, su crecimiento lento.

Más allá de que los cuidados de la aglanoema son sencillos, hay otro par de aspectos que la convierten en irresistible. Para empezar, su singular colorido. Aunque forma parte de la lista de plantas verdes, lo cierto es que su variedad de tipologías hace que incluso haya especies con hojas rojas o fucsias. Unos tonos que convierten a esta planta de sencillo cuidado en maceta en un auténtico espectáculo natural para decorar cualquier interior.

Pero no es el único detalle que hace de esta planta una que cualquiera querría tener cerca. Además de su belleza, hay otro aspecto más a tener en cuenta: su utilidad. La aglanoema forma parte de esa lista de plantas purificadoras que limpiarán tu hogar. Unas auténticas aliadas para hacer del aire de nuestra casa uno más sano.

Por último, una advertencia. La aglaonema, en cualquiera de sus variantes, no está recomendada para hogares en los que haya niños o animales. Es una planta tóxica en todas sus partes, y peligrosa en lo que respecta a la ingestión. Por lo que si en nuestra casa hay peludos o peques, es mejor descartarla de nuestra selección.

Dejando de lado estos aspectos, veamos los cuidados de la aglaonema. La mejor manera de contar con su hermosa y útil compañía durante mucho tiempo.

1. La luz, uno de los cuidados de la aglaonema menos complicados

Como decíamos antes, la luminosidad no es una de las exigencias de esta planta verde. Por sus características, puede vivir en espacios carentes de luz natural y salir adelante en espacios poco luminosos. Esto no significa que no podamos cultivarla en un espacio luminoso.

Eso sí: con sumo cuidado de que el sol no incida directamente en las hojas. De hacerlo, podrían quemarse y echar a perder nuestra planta.

2. El riego, imprescindible en los cuidados de la aglaonema

Sin lugar a duda, el cuidado más importante de esta planta. La aglaonema es una gran amante del agua, por lo que es importante mantener siempre el sustrato ligeramente húmedo. Pero ojo con esta consideración, porque no nos cansaremos de insistir: esto no es sinónimo de encharcar la planta. Es más: uno de los principales motivos de muerte de esta planta es, precisamente, un exceso de agua. Por eso, tan importante como vigilar de cerca la cantidad de riego es estar seguros de que nuestra aglaonema creta cuenta con un buen drenaje.

La pauta correcta de riego para esta planta es sencilla. En los meses de calor, tendremos que incrementarla; mientras que en los meses de frío, la descenderemos.

3. El trasplante, una tarea a realizar cada dos años

Dado que es una planta de crecimiento lento, el trasplante es uno de los cuidados de la aglaonema que no corre especial prisa. Si bien en el caso de otras plantas de interior el trasplante urge, en el caso de esta belleza asiática podremos posponerlo. Es más: no es recomendable llevarlo a cabo antes de dos años.

Anglomena King

Es la planta perfecta para quienes quieran disfrutar de naturaleza tropical frondosa y llamativa. Más allá de su atractivo, los cuidados de la aglaonema hacen de ella la planta ideal para muchos hogares. A pesar de las apariencias, no es excesivamente exigente en lo que respecta a la luz. Un detalle que la convierte en una opción ideal para interiores que no disponen de buena luz solar. Es más: su resistencia es tal que podemos incluso cultivarla únicamente con luz artificial. La opción perfecta para quienes se ven forzados a renunciar a las plantas de interior por vivir en una casa poco iluminada.

Pero no nos apresuremos. Tan importante como conocer los cuidados de la aglaonema es saber un poco más de ella. Aunque pueda parecer secundario, es interesante conocer sus orígenes. Hablamos de una familia de plantas procedente de las selvas tropicales del sur de Asia. Y, a pesar de las apariencias, para la botánica es una planta herbácea de carácter perenne. Precisamente este detalle, que es una herbácea, hace que esta planta que aquí cultivamos en interior tenga dos características peculiares. Por un lado, que cuenta con múltiples tallos. Por otro, que puede llegar a alcanzar el metro de altura. Eso sí: no es una planta apta para impacientes. Porque si algo la caracteriza es, precisamente, su crecimiento lento.

Más allá de que los cuidados de la aglanoema son sencillos, hay otro par de aspectos que la convierten en irresistible. Para empezar, su singular colorido. Aunque forma parte de la lista de plantas verdes, lo cierto es que su variedad de tipologías hace que incluso haya especies con hojas rojas o fucsias. Unos tonos que convierten a esta planta de sencillo cuidado en maceta en un auténtico espectáculo natural para decorar cualquier interior.

Pero no es el único detalle que hace de esta planta una que cualquiera querría tener cerca. Además de su belleza, hay otro aspecto más a tener en cuenta: su utilidad. La aglanoema forma parte de esa lista de plantas purificadoras que limpiarán tu hogar. Unas auténticas aliadas para hacer del aire de nuestra casa uno más sano.

Por último, una advertencia. La aglaonema, en cualquiera de sus variantes, no está recomendada para hogares en los que haya niños o animales. Es una planta tóxica en todas sus partes, y peligrosa en lo que respecta a la ingestión. Por lo que si en nuestra casa hay peludos o peques, es mejor descartarla de nuestra selección.

Dejando de lado estos aspectos, veamos los cuidados de la aglaonema. La mejor manera de contar con su hermosa y útil compañía durante mucho tiempo.

1. La luz, uno de los cuidados de la aglaonema menos complicados

Como decíamos antes, la luminosidad no es una de las exigencias de esta planta verde. Por sus características, puede vivir en espacios carentes de luz natural y salir adelante en espacios poco luminosos. Esto no significa que no podamos cultivarla en un espacio luminoso.

Eso sí: con sumo cuidado de que el sol no incida directamente en las hojas. De hacerlo, podrían quemarse y echar a perder nuestra planta.

2. El riego, imprescindible en los cuidados de la aglaonema

Sin lugar a duda, el cuidado más importante de esta planta. La aglaonema es una gran amante del agua, por lo que es importante mantener siempre el sustrato ligeramente húmedo. Pero ojo con esta consideración, porque no nos cansaremos de insistir: esto no es sinónimo de encharcar la planta. Es más: uno de los principales motivos de muerte de esta planta es, precisamente, un exceso de agua. Por eso, tan importante como vigilar de cerca la cantidad de riego es estar seguros de que nuestra aglaonema creta cuenta con un buen drenaje.

La pauta correcta de riego para esta planta es sencilla. En los meses de calor, tendremos que incrementarla; mientras que en los meses de frío, la descenderemos.

3. El trasplante, una tarea a realizar cada dos años

Dado que es una planta de crecimiento lento, el trasplante es uno de los cuidados de la aglaonema que no corre especial prisa. Si bien en el caso de otras plantas de interior el trasplante urge, en el caso de esta belleza asiática podremos posponerlo. Es más: no es recomendable llevarlo a cabo antes de dos años.

Mi carrito